¿Cómo va a cambiar la contabilización de los arrendamientos?

La NIIF 16 sobre arrendamientos substituirá la normativa actual que rige dichas figuras con importantes cambios a partir de 1 de enero del 2019. Debido a la importancia de dichos cambios es interesante conocerlos para avanzarse a los impactos que puedan tener en los estados financieros de las entidades.

 

Uno de los cambios más significativos es que los arrendamientos operativos tendrán un reflejo en el balance de la Sociedad, debido a que desaparece la diferenciación entre arrendamiento financiero y operativo, y todos ellos pasarán a formar parte del activo y del pasivo de las compañías, con excepciones limitadas para los arrendamientos a corto plazo y de bajo valor.

En el caso del arrendador se mantiene la práctica actual, es decir, los arrendadores siguen clasificando los arrendamientos como arrendamientos financieros y operativos.

Y, ¿cómo se introducirán los arrendamientos afectos en los estados financieros?

El arrendatario deberá reconocer a fecha de inicio del arrendamiento el derecho de uso del activo y un pasivo por dicho arrendamiento. Entiendiendo como fecha de inicio, la fecha en que el activo subyacente está a disposición del arrendatario para su uso.

¿Cómo se registrará en el balance de la Sociedad?

De manera general, y brevemente, se registrará un activo (derecho de uso) y un pasivo (deuda) por un importe equivalente al valor actual de los pagos futuros del contrato (existen más matices a tener en cuenta que requieren un desarrollo más amplio).

¿Cómo afectará a la cuenta de pérdidas y ganancias de la Sociedad?

El efecto en la cuenta de pérdidas y ganancias será la amortización del derecho de uso durante el plazo del arrendamiento, así como el gasto financiero por los intereses relacionados con el pago de las cantidades aplazadas del arrendamiento en cuestión.

Puntos a tener en cuenta de dicho cambio normativo:

En la actualidad el gasto por arrendamiento es lineal y se verá substituido por el gasto de amortización y unos gastos financieros decrecientes, que afectará al resultado del ejercicio, ya que al principio de la vida del contrato dicha carga financiera será superior, afectando también a indicadores como el EBITDA. Así mismo, el balance de la Sociedad reconocerá unos activos y unos pasivos que hasta la fecha estaban fuera del mismo.

La norma amplia considerablemente la información cualitativa y cuantitativa de las cuentas anuales, dando información adicional y relevante para los usurios de los estados financieros, como por ejemplo, restricciones de dichos contratos, exposición de riesgos, prácticas distintas del sector..etc, este punto podría suponer en algunas empresas un esfuerzo adicional para recabar dicha información.

En todo caso, de cara al estudio del efecto y de las implicaciones futuras para su empresa estamos a su disposición para explicarle con más detalle cualquier punto de dicho artículo.